Ubicados en Alfaro, su clima es uno de los pueblos más calurosos y con una pluviometría más escasa de la DOCa Rioja. Consideramos que es un lugar ideal para el cultivo de variedad Garnacha y Graciano. Zona de viñedos con influencia claramente mediterráneo, caracterizada por inviernos suaves y veranos calurosos y prolongados; con una marcada estación seca de los meses de verano. Las lluvias se concentran en las épocas de primavera y otoño.
Lugar tradicional por el cultivo de Garnacha, variedad rústica perfectamente adaptada a las escasas pluviometrías y a las altas temperaturas, es por ello que es una variedad muy extendida a lo largo de la cuenca del río Ebro. Además, dicha variedad está perfectamente aclimatada a la región por su tolerancia al Oídio, enfermedad fúngica más importante en dicha zona. Todos estos puntos positivos a favor de esta variedad hacen que sea una de nuestras variedades favoritas para elaborar vino aquí. Tanto el excelente estado sanitario como el clima hace que sus racimos lleguen a conseguir un punto de madurez excepcional.
Por otro lado está el Graciano, variedad minoritaria en la DOCa Rioja que ocupa entorno al 2% de la superficie vitícola de la denominación. Variedad rústica, de ciclo vegetativo muy largo que se emplea en los vinos de mezcla en pequeñas cantidades para aportar frescura, estructura y notas especiadas. Dicha variedad está muy bien adaptada al clima mediterráneo y se caracteriza por ser una variedad productiva, de racimos grandes y con un hollejo muy fino.
Nuestro Director Técnico, Amador Escudero, decidió conservar los viñedos viejos de garnacha en vaso viendo en ellos un potencial especial y sentimental, siendo viñedos cultivados por nuestros antepasados que a día de hoy nos limitamos a cultivar con cariño y mimo. Además, desde el año 1995 comenzamos a cultivar Graciano, apuesta de futuro con una variedad que creíamos que se podía comportar muy bien en nuestra tierra; decisión a día de hoy confirmada.
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